La escuela contra yo

La escuela era un gran dispositivo de malestar en la cultura. Es decir: un gran dispositivo, como lo era la familia moderna, de represión de las pulsiones y los apetitos en pos de la entrada del sujeto en la cultura para trabajar con los otros de la cultura. Los dispositivos de malestar cultural reprimen las apetencias del individuo para lograr su socialización, su integración social y su articulación con la economía (es decir, con otros), etc. El dispositivo escolar hace esto, sobre todo, a través de la introducción del superyó en el sujeto.

Hoy, en cambio, vivimos una época de bienestar en la cultura. Con el bienestar en la cultura, el superyó pierde vigor y el chabón no necesita posponer sus apetencias en pos del futuro, en pos de la sociedad y en pos de los otros. Es más, debe ser, todas las veces, él mismo, y ya mismo. Para ser él mismo, ¿puede acaso esperar a terminar su educación formal y casarse?

El individuo debe ser singular, esto es, no debe ser parte de nada, no debe someterse a otros (recordemos que articularse e integrarse son también formas de someterse). Sobre todo, no debe someterse a un todo del cual sea una parte; debe ser un fuera de serie. Como muestra Bauman, en nuestros tiempos, ser individuo es una tarea autorreferencial; no debe  referirse a ningún todo, a ninguna ley, a ninguna sociedad (Vida líquida, p. 22). El ideal de la ‘individualidad’ es ideal de autenticidad, de ‘ser fiel a sí mismo’, de ser ‘mi yo real'».

Con un ejemplo: si no tengo ganas de ir a la escuela, no debo ir; debo ser auténtico, actuar según mis ganas. Pero no termina ahí. Si el mes pasado dejé de ir a la escuela porque me dieron ganas de laburar para renovar la compu, puede que este mes tenga ganas de otra cosa, digamos, de tocar la guitarra todo el día. El mes pasado fui fiel a mí mismo dejando la escuela y comenzando a laburar. Este mes soy fiel a mí mismo dejando el trabajo y tocando la guitarra todo el día. ¿El mes que viene? No sé. Se trata de ser auténtico, no de ser consecuente ni de sostener un proyecto. Sostener un proyecto requiere cierto malestar (ciertas posposiciones, ciertas resignaciones, cierta disciplina, ciertas concesiones) que sería inauténtico aceptar.

Esto es un derivado de Bienestar en la cultura


Un tal Diego dice de su blog personal: «Estos pensamientos genuinos, paridos desde lo profundo, que me separan de la masa y me definen como individuo, serán el espíritu de este site.» (www.diegoflores.net/objetivos/; visitado el 18/3/09; subrayados míos).

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1 comentario sobre “La escuela contra yo

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