Pensar las imágenes hoy es pensar un mundo que no se estructura ideológicamente, que se estructura fluidamente. La ideología era una forma argumentada de construir mundo; las imágenes imaginales lo constituyen, en cambio, fluido, precario. De tal manera que nuestro mundo no solamente es fluido porque ha caído en la fuerza significadora, donadora de sentido de la nación; también lo es porque los signos que construyen el mundo y la subjetividad, son más fluidos que el agua.