Una astitución que parece un galpón (un CAPS del conurbano).

[Esta nota fue tomada a fines de 2023, antes de la asunción de Milei]

En la materia “psicología institucional”, como segundo parcial, tienen que presentar un trabajo práctico contando de alguna institución que hayan observado. Un grupo observó un CAPS (centro de atención primaria de salud) del conurbano. Allí hay un médico, una enfermera, un odontólogo, una pediatra, una obstetra, una psicóloga. La psicóloga y la obstetra no van más, ¿por qué? Porque no les pagaban. Entonces, esos dos servicios no se brindan. El Centro no hizo ninguna movida para que les pagaran a sus compañeras, y ellas tampoco, ellas dejaron de ir. Por otra parte, la odontóloga no está atendiendo pues el equipamiento está roto. Por otra parte, el único médico clínico es director oficialmente pero no tiene un horario de trabajo donde se dedique a dirigir; solamente está dos veces por semana atendiendo pacientes. El tipo da diez turnos por día dos días por semana; la gente va a las cinco de la mañana a buscar un turno. Las administrativas les contaron a las chicas que el tipo dice “10 turnos” pero atiende 8 ó 6 y les da su celular para atenderlos en su consultorio privado, que está al lado del CAPS. Le retacea laburo al CAPS para llevarse gente a su consultorio.

Volviendo, de hecho no hay dirección. Sin embargo, todes esperan que él haga las cosas; si hay algún reclamo se lo hacen a él y esperan que él lo eleve pero no se sabe cuándo aborda esa tarea (Elena I. Rozas me dice que es muy común esto). Entonces de lo que me doy cuenta es que la astitución no genera un espacio institucional definido.

La relación entre los diferentes servicios no es una relación que va de suyo; serían otras tantas articulaciones ad hoc dentro del CAPS. Así como el CAPS articula con un jardín o un centro de jubilades, que haya relación entre, digamos, la pediatra y la obstetra no va de suyo… ¡Es otro trabajo articulatorio más!, pero lo es si llegan a considerar que pueden y que quieren. Cuando las escuelas hacen un acto del 25 de mayo y no va todo el colegio, van solamente los papás del grado que actúa, tampoco se genera la comunidad escolar. Entonces, la escuela no se ve nunca toda junta a sí misma como se veía antes en los grandes actos donde estaban los siete grados y todos sus padres.

Elena I. Rozas me hizo una objeción: En el caso de los CAPS, no sabe si es una astitución en el sentido de que no pareciera haber ahí una institución tratando de existir, tratando de hacer lo que puede y de rearmarse para seguir a pesar de todo. Parece que fuese más quizás un galpón lewkowicziano (la destitución). Por ejemplo, es muy común que los municipios te contraten por 20 horas semanales pero como pagan dos mangos por las 20 horas, ya se sabe que vas a ir 8 ó 6, y entonces vas dos veces por semana, 3 horas cada vez. Esos horarios los ponés vos y hacés lo que te parece a vos y lo que no, no lo hacés; el director que no hace de director, que debe cobrar un sueldo por ser director…

Una astitución está para cumplir alguna función, para hacer una conexión, para generar un servicio, para que pase algo.

A la objeción de Elena, digo: Igual, las astituciones no siempre son instituciones tratando de sobrevivir; también se crean directamente como astituciones. Y aquí estamos viendo que algunas pueden parecerse mucho a galpones. Si sugiero que les sigamos diciendo astituciones es porque duran, porque no se piensan a sí mismas como instituciones en el retiro del Estado, sino como presencia del mismo (presencia precaria y manca, pero presencia al fin), y también porque generan una relación individual, de estilo mercantil, con sus servicios. No es que este CAPS no genere un servicio, sino que su servicio es individualizado, fragmentario y parcialmente mercantilizado -pero lo genera.

Al mismo tiempo, le recuerdo que la astitución es una práctica de la segunda fluidez pero nunca se libera del riesgo de la primera fluidez: perder su sentido o resultar destituida o directamente dejar de existir. Decíamos en Esto no es una institución: “en la reconfiguración constante, la desconfiguración acecha; si en la segunda fluidez la solidez insiste imaginalmente, la primera fluidez merodea realmente. La astitución, que se imagina a un paso de la restitución, vive a un paso de la destitución.”

Reconozco que, sin embargo, la duración no necesariamente les da a las astituciones proyección en sus representaciones de sí mismas. Las alumnas contaban que el director se jubila en dos años, la asistente social, que es la única que intenta articular un poquito más -pero que a la que no escuchan por no ser médica-, también se jubila en un año, la enfermera se jubila en un año; entonces es como que se va a morir el CAPS. Eso depende de la orientación del municipio y de cuánta plata disponga. Pero mientras tanto, este CAPS no se proyecta a futuro.

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