La escuela contra yo
Con el bienestar en la cultura, el superyó pierde vigor y el chabón no necesita posponer sus apetencias en pos del futuro, en pos de la sociedad y en pos de los otros. Es más, debe ser, todas las veces, él mismo, y ya mismo. Para ser él mismo, ¿puede acaso esperar a terminar su educación formal y casarse?
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