La “sensación de inseguridad” llegó a Cristina
¿Cristina desayunó un Blumberg? Si la “sensación de inseguridad” es eso que le ocurre a la subjetividad de tiempos fluidos cuando ve amenazada su tranquilidad cotidiana, si el reclamo de seguridad es el reclamo de restitución de las bases de una vida previsible socavadas por la fluidez, estamos viendo el punto en que ese reclamo se apodera tanto del “ciudadano de a pie” como del gobierno nacional. Para un gobierno que hace unos años siente que cualquier movida seria de oposición es destituyente, es comprensible que cualquier fosforito que se acerce al polvorín social o cualquier chispa allí le resulten una amenaza a su seguridad.
Estamos asistiendo a un proceso de ‘securitización’ ya no solo del tratamiento de la cosa social sino también de la cosa político-institucional.